
El hecho de que sea la última versión del famoso sistema operativo de Windows lanzada al mercado, no la exime de problemas de rendimiento y fallos en su configuración. Por eso, creemos que este artículo sobre cómo optimizar Windows 10 te vendrá de perlas para mejorar el rendimiento de tu equipo, y conseguir así la máxima satisfacción a nivel usuario. ¡Comenzamos!
Índice de contenidos
Acelerar Windows 10 al máximo
No debemos de olvidar que estamos hablando de todo un SO, por lo que el funcionamiento del mismo es complejo y son muchas las cosas que pueden afectar a su variado ecosistema, generando un malfuncionamiento del mismo.
Imagina que es un engranaje compuesto por un gran número de piezas, y que si una o el conjunto de varias de dichas piezas comienza a fallar, entonces puede provocar errores en el resto de áreas. Es por esto que iremos analizando todos y cada uno de los apartados que lo componen, solucionando los problemas que puedan generar en la configuración del equipo.
Los requisitos mínimos que necesita el sistema operativo
Eso sí, antes de comenzar a revisar opciones y descartar posibilidades, es indispensable que echemos un vistazo a los requisitos técnicos que requiere Windows 10 para funcionar correctamente, ya que si de entrada no los cumples es perfectamente lógico y normal que el PC te vaya lento, algunos apartados aparezcan corruptos, otros ni siquiera funcionen, etc.
- Procesador: Microprocesador 1GHz.
- RAM: 1GB para equipos de 32 bits y 2 GB para los de 64 bits.
- Espacio disponible en disco: 16 GB libres es lo que necesitará Windows 10 para un SO de 32 bits y 20 GB si en cambio estamos hablando de su versión de los 64 bits.
- Gráfica: DirectX9 o posterior.
Asegúrate de que no es por culpa de software malicioso
Una de las mejores formas de comenzar la revisión para optimizar Windows 10 es, sin duda alguna, analizar en profundidad los archivos y documentos de tu ordenador en busca de posibles virus, troyanos, spyware, etc. Ya que éstos suelen ser una de las principales causas por las cuales a menudo experimentamos un rendimiento inferior al que debería.
Para llevar a cabo esta tarea existen multitud de antivirus y herramientas especialmente diseñadas para ayudar en la limpieza del PC, y la mayoría te serán perfectamente válidas para dicho cometido. Pero por si también estás algo perdido en ese sentido, nosotros te recomendaremos dos: Ccleaner y Malwarebytes Antimalware. Ambas herramientas son gratuitas y podrás utilizarlas de forma combinada para eliminar cualquier amenaza, ya sea pasada o futura.
Elimina virus, troyanos, spyware, etc. Con Malwarebytes Antimalware
En el caso de Malwarebytes Antimalware, podrás realizar análisis del sistema y eliminar toda aquella amenaza que detecte, como si de un antivirus se tratase. De igual forma que estos, se ejecutará en segundo plano para mantener siempre activa la seguridad de tu ordenador, mandando a cuarentena cualquier archivo no deseado y manteniéndote seguro al navegar por internet.
Ccleaner te permite hacer limpieza y mucho más
En lo que respecta a Ccleaner te permitirá desde hacer limpieza de archivos innecesarios o del propio historial, contraseñas, cookies, etc. Hasta arreglar archivos de registros del sistema, desinstalar aplicaciones e inclusive acceder a opciones de restauración del sistema, a través de «puntos de guardado» del mismo con los que poder devolverlo a un estado anterior en un momento dado. Lógicamente, podrás gestionar todo esto como mejor te parezca, creando nuevos puntos de guardado periódicamente, etc. Y siendo la opción de restaurar sistema especialmente útil en este sentido ya que cuando todo comienza a fallar sin un motivo aparente, una de las mejores opciones es restaurarlo a cuando todo iba bien.
Por suerte, aunque no tuvieras conocimiento de esta opción y el problema haya surgido ya sin que hubieras hecho un punto de guardado manualmente en el pasado con el que restaurar el ordenador a cuando estaba bien, las últimas versiones de Windows 10 ya lo hacen de forma automática cada cierto tiempo, por lo que probablemente tengas la posibilidad de hacerlo igualmente. Eso sí, fíjate en la fecha en que fue realizado, y evalúa si te compensa hacerlo o no, puesto que todo lo que hayas descargado, instalado, modificado, personalizado, guardado y/o creado a partir de ese entonces desaparecerá, con todo lo que ello conlleva.
Optimizar el uso del disco duro también es vital

Otro de los nombres propios cuando hablamos de la optimización del sistema operativo es el disco duro. Antes te hemos hablado de que necesitarás entre 16 y 20GB, pero esa cantidad tan solo es el espacio libre que se reserva para los archivos de la instalación de Windows 10. Debes de tener en cuenta que si quieres que el rendimiento sea realmente óptimo, necesitarás bastante más espacio libre en el disco, ya que tanto el funcionamiento de dicho SO como otras herramientas y elementos del propio sistema también consumen recursos.
Haz una limpieza general: Limpiar el disco duro te permitirá, precisamente, eliminar archivos residuales en el equipo y acabar con toda esa «basura» que se queda almacenada en el mismo, influyendo negativamente en la velocidad a la que trabaja el dispositivo. Este nuevo espacio libre en disco generado, te permitirá mejorar rendimiento Windows 10 y aprovecharlo en un futuro si lo consideras necesario, pero esta vez de una forma mucho más útil y efectiva. Para realizar la limpieza es muy sencillo, tan solo debes de:
- Pulsar con el botón derecho del ratón sobre «Este equipo» y a continuación hacer click en «Propiedades».
- Una vez dentro, a media altura dentro de la pestaña «General», verás un botón que pone «Liberar Espacio». Pulsa en él.
- En esta nueva ventana emergente, selecciona las casillas de aquellos apartados en los que quieras realizar dicha acción (habitualmente los seleccionariamos todos sin problemas) y, por último, pulsa sobre la opción de «Limpiar archivos del sistema».
Desfragmentar el disco duro: Esta es una muy buena función, prácticamente olvidada por muchos, que debería realizarse asiduamente independiente de si tienes problemas con el funcionamiento de tu sistema operativo o no. Desfragmentar el disco duro consiste básicamente en unir los datos de los programas que estuvieran dispersos por el disco, juntándolos y mejorando así su funcionamiento. La optimización que proporciona es clara más allá del mero hecho de ayudar a acelerar Windows 10.
Trata de mejorar la memoria virtual
Habitualmente es la navegación por el escritorio y el entorno de Windows lo que te suele poner sobre aviso acerca de problemas con la memoria RAM y la caché del disco duro. Si notas lentitud al manejar ventanas, entornos de herramientas, etc. Entonces te recomendamos que sigas los siguientes pasos:

Cómo ajustar la memoria virtual
- Accede al panel de control.
- Sigue la siguiente ruta: Sistema->Configuración Avanzada del Sistema->Opciones Avanzadas->Rendimiento->Configuración.
- En la pestaña de «Opciones Avanzadas», busca la parte de «Memoria Virtual» y haz click en «Cambiar».
- Verás activada la casilla de «administrar automáticamente el tamaño del archivo», deshabilita ese check.
- Ahora selecciona la partición del disco donde se encuentre instalado el sistema operativo y activa el tamaño personalizado.
- En «tamaño inicial» deberás poner x1.5 la cantidad de RAM que tienes, pero en MB. Y en tamaño máximo debes de poner el triple.
- Aquí tienes un ejemplo práctico con un equipo que disponga de 2GB de RAM:
- Tamaño inicial: 3000MB. Tamaño Máximo: 6000MB.
Este tipo de problemas suele aparecer en equipos con una memoria RAM baja de entre 2 y 4 GB, por lo que es especialmente útil para dichos dispositivos. A partir de los 8GB de RAM tendrás memoria virtual «de sobra» que utilizar y a no ser que se trate de un caso extremo, apenas y notarás la diferencia.
Aligera la carga de memoria al iniciar el sistema
También puedes optimizar Windows 10 a través de la gestión de los recursos y la memoria que gastan algunas aplicaciones que se inician junto al sistema. Para ello:

- Accede al Administrador de Tareas.
- Ya dentro, en la pestaña de «Inicio», verás listados una serie de programas que se ejecutan al arrancar el sistema junto con el propio SO.
- Navega a través de ellos, fijándote sobre todo en aquellos que tengan un impacto de inicio Alto/Medio, ya que son aquellos principales culpables de que el sistema cargue lento al encender el ordenador.
- La idea es que deshabilites aquellos cuyo inicio en conjunto con el resto del sistema consideres innecesario, para que así este arranque de forma mucho más veloz. Esto no afectará en nada más a dichos programas, pudiendo ejecutarlos en cualquier momento cuando así lo necesites.
Revisa tus drivers/controladores, por si están defectuosos
Chequear el estado de los drivers es otra cosa indispensable si quieres optimizar Windows 10 al máximo nivel, ya que la finalidad de los controladores no es otra que gestionar la compatibilidad entre el hardware y el software de tu equipo.
Muchos drivers desactualizados presentan fallos en su configuración que crean incompatibilidades variadas, y que entran en conflicto directamente con el propio SO. Y es a través de las actualizaciones que se van lanzando al mercado que precisamente se van solucionando todos esos errores conforme se van detectando, motivo por el cual es indispensable tener los drivers de tu ordenador siempre actualizados.
¿Has actualizado Windows 10 a la última versión?
Esto es algo que funciona en ambos sentidos, por eso también es igual de importante actualizar Windows 10 conforme vayan lanzando nuevas versiones oficiales. Si no estás familiarizado con dicho proceso no te preocupes, ya que también te ayudaremos con ello a través de este tutorial para actualizar Windows 10.
En cualquier caso, ambos son motivos de peso para que el rendimiento de tu dispositivo no sea el deseado, con ralentizaciones evidentes al arrancar el sistema especialmente ya que este es incapaz de cargar con normalidad dichos archivos, ya sea por incompatibilidad o porque directamente están corruptos, etc.
Sin embargo, si ya revisaste que en efecto tienes los controladores y el sistema operativo actualizados, e inclusive aplicaste los cambios de arranque del sistema que te propusimos para gestionar mejor la carga de memoria inicial y aún sigues notando que tu PC inicia lento, te ofrecemos las siguientes soluciones:
Cómo activar el modo de arranque rápido

Hacer que el ordenador arranque más rápido es posible también a través de la propia configuración del sistema, con un modo que suele estar desactivado por defecto y que no muchos conocen, pero que sin embargo se vuelve muy efectivo en según qué situaciones, como por ejemplo tu caso en concreto si sufres de estos problemas de rendimiento. ¡Ya te dijimos que aquí estamos para aportar soluciones! Así que aquí tienes una forma más acerca de cómo acelerar Windows 10, esta vez obteniendo un inicio de sistema rápido. Sigue el procedimiento paso a paso:
- Accede a «Opciones de energía».
- Una vez dentro, selecciona la opción de «Elegir el comportamiento de botones Inicio/Apagado» ubicada en la columna de la izquierda.
- Haz click sobre «Cambiar la configuración actualmente no disponible» y te aparecerán nuevas opciones más abajo que anteriormente estaban ocultas.
- Ahí es donde encontrarás la opción de «Activar arranque rápido», que deberás de habilitar en caso de estar disponible. Decimos «si» está disponible porque no todos los ordenadores ni versiones del sistema operativo lo permiten, por lo que es posible que, en tu caso concreto, no puedas hacerlo y solo te aparezcan las opciones suspender y bloquear.
Si ese es el caso no te preocupes, ya que hasta ahora te hemos ido dando varias formas de mejorar el rendimiento Windows 10, y esta es tan solo una más de ellas. Más abajo podrás seguir encontrando más opciones de configuración que podrás aplicar para acelerar el sistema operativo.
Desactiva el asistente de Windows
Como por ejemplo una que tiene que ver directamente con el asistente de Windows, Cortana. El cual está siempre activo en pos de ofrecer soporte 24/7 a cualquier problema que pueda experimentar el usuario, pero que (siendo honestos) casi nunca suele aportar soluciones reales. Una idea que te damos para mejorar aún más la optimización de Windows 10 es, por tanto, desactivarlo y ahorrarte los recursos que gasta.
Para hacerlo tan solo tendrás que ejecutar la aplicación de Cortana, y dentro de la misma acceder a su configuración, donde te aparecerá la opción de «Desactivar Cortana».
Como te venimos mencionando más arriba, esta tan solo es una posibilidad más de mejoría, tú debes de ser quien evalúe si Cortana realmente te es útil o no antes de hacerlo. En cualquier caso siempre puedes volver a activar el asistente sin problemas cuando lo desees.
Mejorar la conexión de red y gestionar mejor el ancho de banda
Los recursos destinados a los procesos en red de tu equipo también pueden hacer que el ordenador no funcione tan bien como debería, por lo que es otro apartado a tener muy en cuenta al optimizar Windows 10. Te decimos qué opciones podrías modificar o inclusive deshabilitar en dicha configuración a continuación:
- Accede a «Configuración» (puedes hacerlo desde Inicio).
- Sigue la siguiente ruta: Actualización y Seguridad->Opciones Avanzadas.
- Desde ahí pulsa en elegir el modo en que quieres que se entreguen las actualizaciones y desactiva actualizaciones en más de un lugar.
Esto te permitirá ahorrar una gran cantidad de ancho de banda, ya que la función de este apartado es el de obtener actualizaciones automáticas, tanto del sistema como del resto de aplicaciones que hayas descargado, lo cual funciona en ambos sentidos y mantenerlo en un segundo plano consume gran cantidad de recursos.
Desactiva Windows Defender
Esta es otra gran alternativa para acelerar Windows 10 y mejorar su rendimiento. Además, si nos has estado leyendo desde el principio del artículo y has seguido nuestros consejos, tendrás instalado Malwarebytes Antimalware (que es mucho más efectivo y consume menos) por lo que ya no lo necesitarás.
Para deshabilitarlo abre el centro de seguridad de Windows Defender y accede a la configuración de la aplicación.
Si bien es cierto que Windows Defender puede competir perfectamente con otros antivirus gratis de terceros y herramientas varias relacionadas con la seguridad del sistema, en nuestra opinión hay alternativas bastante mejores, como las ya recomendadas. Así que no te preocupes, no te pasará nada por desactivarlo.
Limpiar archivos temporales acumulados en el sistema
Conforme vamos utilizando nuestro PC y se van descargando programas, ejecutando aplicaciones, etc. También se van generando archivos «temporales» sobre los que si no tomas medidas y los limpias asiduamente se almacenan de forma indeterminada. Por eso para mantener Windows 10 optimizado es importante eliminar los archivos temporales del sistema.
¿Cómo eliminar los archivos temporales?
- Primero deberás de acceder a la consola de comandos, para ello haz click con el botón derecho del ratón en el símbolo de Windows abajo a la izquierda, y pulsa en ejecutar o presiona las siguientes teclas en el teclado: Inicio (tecla con el símbolo de Windows entre Alt y Ctrl) + «R».
- En la pequeña ventana emergente que te aparecerá deberás de escribir lo siguiente: %temp% (tal y como se muestra en la imagen).
- Tras pulsar enter, entrarás en la carpeta de los archivos temporales. Selecciónalos todos y elimínalos.
Es posible que, en ocasiones, el sistema te lance un aviso de que hay archivos que no pueden eliminarse. Esto es porque probablemente pertenezcan a herramientas y programas que estén siendo utilizados en el momento.

No te preocupes, ya que en ese caso tan solo deberás de hacer «check» en la opción de «Hacer esto para todos los elementos actuales» y pulsar sobre Omitir (o en «Continuar, en caso de que además te requiera permisos de administrador).
No tengas miedo de hacerlo, ya que esto no creará fallo alguno en tu ordenador, al contrario. Estamos consiguiendo que su rendimiento mejore. De hecho, es bastante recomendable repetir este proceso al menos mensualmente.
Eliminar los registros del sistema
Otro de los directorios que visitaremos para mejorar el rendimiento de Windows 10 será el visor de eventos. En él, el sistema operativo guarda registros de todo lo que ocurre por lo que como te imaginarás, conforma más tiempo haya pasado desde que compraste y comenzaste a utilizar el ordenador, más largo será dicho listado y más capacidad en el disco ocupará.
- Para eliminar estos datos, pulsa con el botón derecho del ratón en el Inicio (icono de Windows) y selecciona «Visor de eventos» entre la lista de opciones emergentes.
- Una vez dentro de esta nueva ventana, busca en el menú de la izquierda la opción de «Registros de Windos» y pincha sobre ella para desplegar lo que contiene.
- Haremos click derecho sobre los apartados de «Aplicación», «Seguridad», «Instalación», y «Sistema» y seleccionaremos «Vaciar registro» en todos ellos.

Si no estás familiarizado con este tipo de procesos y «toquetear» estos datos no te preocupes, a no ser que realices una tarea profesional de administración de redes, entonces todo este contenido no te servirá para nada por lo que puedes considerarlo basura y eliminarlo para acelerar Windows 10. Si has estado realizando todos los procesos de mejora y optimización aquí listados, ¡verás cómo vas notando la diferencia… pero esto no es todo!
Configurar Windows 10 con más mejoras
Aún hay varias formas más, quizás algo más secundarias, pero igualmente útiles para conseguir que tu ordenador vaya mucho más rápido y fluido, siendo todo lo potente que debería atendiendo a su hardware, especificaciones técnicas, etc.
Personalización del entorno de escritorio
Vamos a acceder a la configuración del equipo a través de la siguiente ruta:
«Inicio->Configuración->Personalización«
Y en el apartado de «Colores», cambiaremos las siguientes opciones:
- Selecciona establecer fondo de color sólido (si además quieres proteger tu vista, nuestra recomendación es que escojas el color negro).
- Dentro «más opciones», en la misma pantalla, desactiva las transparencias y escoge el modo de app predeterminado como oscuro.
Accede ahora a «Pantalla de bloqueo» algo más abajo en el menú de la izquierda. En él cambiaremos lo siguiente:
- Desactiva los comentarios, consejos y datos curiosos de la pantalla de bloqueo.
- Selecciona un fondo de pantalla de imagen estática.
- Desactiva también la opción de mostrar la imagen de fondo de pantalla en el bloqueo y al iniciar sesión.
Por último, en la sección de Inicio deberán estar todas las opciones desactivadas. Todas estas opciones anteriormente citadas son especialmente útiles para ahorrar en el uso de RAM y, en el caso concreto de los portátiles, también permitirá ahorrar una cantidad considerable de energía.
Pausar la sincronización con el servicio de OneDrive
Pausar la sincronización con OneDrive también puede ser interesante. Ten en cuenta que este servicio se ejecuta en segundo plano constantemente para almacenar gran cantidad de archivos y poder compartirlos así con otros dispositivos. Si en tu caso no es algo necesario, y prefieres hacer tus propias copias de seguridad o simplemente no utilizas más dispositivos con los que necesites compartir ningún dato, entonces nuestra recomendación es que lo desactives.
No te cortes con reiniciar el equipo
Teniendo en cuenta que, una vez el ordenador haya «llenado» el espacio dedicado a la memoria RAM comienza a consumir recursos directamente del disco duro, reiniciar a menudo también puede ser una muy buena opción si quieres un entorno de Windows fluido. Si tienes 4GB de RAM como máximo, entonces reiniciar asiduamente el ordenador es una gran idea.
Bien es cierto que hay muchas más opciones de configuración y personalización, pero con esto ya habríamos acabado de listar todas aquellas que inciden directamente en el rendimiento de Windows 10, por lo que son las que realmente deben importarte.
Beneficios de mejorar rendimiento Windows 10
Si has seguido paso a paso este artículo, aplicando las modificaciones y los procedimientos explicados en él, entonces ¡Felicidades! ya puedes comenzar a disfrutar de las capacidades de tu ordenador a pleno rendimiento. ¿Que cuáles son?, ¡Éstas son todas las mejorías que notarás!
- Optimización total de los recursos del sistema, lo que supone un aumento en el rendimiento general del mismo.
- Menor carga de memoria requerida para los procesos.
- Un arranque del sistema mucho más rápido.
- Aprovechamiento total de la RAM.
- Nula o menor carga en el disco duro, aumentando la capacidad disponible y la velocidad del equipo, así como solventando otras connotaciones negativas que esto tendría para el SO.
- Solución a fallos y registros del sistema.
- Eliminación de archivos basura que se acumulan de forma totalmente innecesaria y perjudicial.
- Mayor velocidad del sistema en funciones de carga y al ejecutar procesos, aplicaciones, programas, herramientas, etc.